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Soy un extra

  • Foto del escritor: Naty Segura
    Naty Segura
  • 8 mar 2020
  • 2 Min. de lectura

Así andamos por la vida los que cumplimos el papel de extras dentro de una familia.

Cuando decidimos unir nuestras vidas a otra persona y formar una familia también pasamos a ser parte de una dinámica familiar completamente ajena a ti y te ves enfrentada a cumplir roles de cuñada, nuera, tía y hasta madrastra (como en mi caso particular). Y crees estar haciendo bien las cosas y quizá por un rato las cosas marchan "bien", pero todo cambia en el momento que hay algún conflicto en el cual debes apoyar a tu familia, a tu núcleo. Es ahí donde pasas a ser un extra. Apoyamos y estamos ahí, escuchamos los "hasta aquí" y los "no aguanto está situación". Vemos como se toman decisiones de cambio que muchas veces molestan a los demás y ahí estas siempre apoyando y muchas veces solo escuchando sin comentar nada, pero al final eres tú la culpable de todo.

Se arreglen las cosas o no en algún momento todo y todos vuelven a verse, hablarse y continúan viviendo una vida de hipocresía y compromiso sanguíneo y tú cómo llevas otra sangre terminas cargando con la culpa y la responsabilidad.

Al fina y al cabo es más fácil culpar al extra en vez de aceptar que algo se hizo mal y terminas en banca, resagada, olvidada y algunas veces hasta odiada.

Que vida!, si es q se puede llamar vida, la de los extras... hoy somos buenos y mañana los incomprensibles, los exagerados, los que no "saben amar y perdonar"

Cómo formar una familia si los extras siempre somos los malos, los responsables de la ruptura familiar y los que no "aman lo suficiente".

Que difícil amar un girasol que no me ama y respeta lo suficiente, que no ama y respeta a la familia que creímos construir.

Y eso justamente eso me convierte en un extra perverso y culpable de todo lo que cada uno provocó.

Sé que mañana quizá en algún momento todo quedará atrás y sé que ya no habrá lugar para mí más que el de extra...

Que desgaste emocional, que desperdicio de amor y que decepción más grande, lo peor es que quién juzga a un extra no se da cuenta que ese papel lo juega también él en otro contexto. Al fin y al cabo todos somos extras en la vida de alguien y todos tarde o temprano terminamos siendo basura de alguna relación.

Con mucha tristeza y decepción puedo ver cómo mi jardín de girasoles se secó.


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