Cuando me convertí en madrastra
- Naty Segura
- 2 jun 2019
- 1 Min. de lectura
Podía decir que hace casi 7 años cuando me casé automáticamente me convertí en madrastra pero nada estaría más equivocado que eso.
Ser madrastra no sucede de inmediato, requiere trabajo, compromiso y sobre todo mucho amor.
Ser madrastra es una decisión de amor que se toma todos los días. Cada día de mi vida reitero mi compromiso de ser y estar para ella, mi girasol.
Todos los días descubro nuevas formas de sentir y de actuar, y quizá lo más maravilloso que he aprendido en estos años es a amar sin medida a un ser que no nació de mi vientre pero si de mi corazón y que me permitió convertirme en mamá del corazón.
Me encanta todo lo que has puesto! ❤️❤️